Definir a Carmen Perez-Pozo, no es fácil sin que me olvide de alguna de sus muchas cualidades. Es una persona lista, muy trabajadora, defensora a ultranza de las mujeres, enormemente creativa, hiperactiva, y además, cosa difícil de compaginar, sabe disfrutar de la vida.
Cuando Carmen me pidió que la acompañase en una mesa-coloquio sobre el tema de “Patrimonio y Emociones” junto con dos grandes profesionales como Andrea Villalonga y Manuel Domínguez, que se celebró hace pocos días en el salón inmobiliario, Barcelona Meeting Point, le propuse vernos previamente y así poder conocer mejor la cuestión desde el punto de vista de la abogacía.
HERENCIAS, TRASPASOS GENERACIONALES…
Carmen es una gran experta en el tema patrimonial. Muchos de sus clientes acuden por motivos de una herencia, de un traspaso generacional del negocio…, temas directamente relacionados con el patrimonio. Ella ha podido observar en su trabajo como abogada como las personas son capaces de romper de forma trágica, relaciones familiares entre socios y amigos, todo por “maldito” dinero, y por las “emociones” que genera. Muchas veces el que tiene que ceder no lo pone facil a los que tienen que sucederle, y otras veces es al contrario, los que suben no quieren esperar para conseguir el poder y muchas veces no son aptos para gestionarlo, pero ello no quita que sean capaces de cualquier cosa para conseguirlo.
“Dios puede perdonar tus pecados, tu sistema nervioso, no”
-Alfred Korzybski
El trabajo más fácil para el abogado es organizar lo que le ha pedido el cliente prepararlo y llevarlo al notario, sin tener en cuenta el tema emocional que pueda condicionar las decisiones de su representado, aunque esto no sería lo más ético.
Es por ello que Carmen Perez-Pozo ha incorporado en su bufete de abogados la figura del “I-driver”, formado por una psicóloga (aunque también podría ser un coach) y cuya función es la de trabajar con dicho cliente las posibles emociones que le condicionan en sus decisiones, evitando en lo posible de esta manera, que se eviten mayores problemas como bloqueos y resistencias a la hora de alcanzar los objetivos y cerrar los acuerdos que precisa su cliente.
Tanto por mi experiencia en Dale Carnegie como por mi trabajo de coach, conozco y valoro la importancia de las emociones en las relaciones personales. Estas surgen de nuestros pensamientos, y no debemos olvidar que los pensamientos son un filtro de la realidad, pudiendo muchas veces hacernos equivocar.
“Somos lo que pensamos”
–Buda
El trabajo del psicólogo es hacernos conocer el origen de la emoción, saber qué tipo es y aprender a gestionarla de manera inteligente canalizándola para conseguir un equilibrio y una armonía, siendo más productivos, más creativos y más felices, consiguiendo que estas emociones no nos resten, sino que sumen a la hora alcanzar nuestros objetivos.
Es importante saber que tipo de emoción nos influye en cada caso, si es el miedo, la ira, la tristeza… No debe preocuparnos el aceptarlas ya que nos pueden influir tanto de forma positiva como negativa. Por ejemplo, el miedo nos avisa de las amenazas, y la ira nos prepara para el ataque cuando hay un peligro.
Las emociones no nacen ni desaparecen por que sí, por lo que no debemos reprimirlas ya que luego pueden retornar y de mala manera.
COMO GESTIONAR NUESTRAS EMOCIONES
Para poder gestionar bien nuestras emociones, primero tenemos que saber entender cual es el mensaje que comunica
cada una de ellas, que nos indican que está sucediendo.
Tenemos que aceptar las emociones y no ignorarlas o reprimirlas. De esta manera será más fácil gestionarlas.
“La atención regula la emoción”
-Daniel Goleman
Una vez reconocidas y aceptadas, tenemos que observarlas y canalizarlas. Si prestamos atención, si nos preguntamos: ¿qué estamos sintiendo? automáticamente matizamos este sentimiento subjetivo. Tenemos que saber interpretar nuestros pensamientos atreviéndonos a cuestionarlos.
No podemos olvidar de aplicar las herramientas de las inteligencias emocional y social, tales como la escucha activa, el saber comunicar y convencer, el saber decir que no, la asertividad, la empatía…
AYUDAR A GESTIONAR LAS EMOCIONES DE NUESTROS CLIENTES
Una vez vi un anuncio en televisión sobre un nuevo coche italiano y la frase que salía al final del spot comercial era: “la diferencia entre la máquina y el hombre es el corazón”.
En nuestras profesiones y trabajos tenemos que pensar no solo en lo que podemos recibir de la sociedad en la que estamos sino en lo que podemos aportarle. Me pareció una gran idea por parte de Carmen Perez-Pozo la incorporación de un psicólogo en su bufete de abogados para poder dar un servicio más humano a sus clientes y es que muchas veces en nuestro quehacer profesional, pecamos en realizar nuestros actos basándonos solo en la parte racional y nos olvidamos de nuestra parte emocional.
VIDEO CONFERENCIA: https://www.facebook.com/perezpozo/videos/10213298840204898/